[LOS PIOJOS EN VILLA MARIA 31/03/07]
Trapos de todas las latitudes adornaban el anfiteatro, el cielo que el viernes pareció dar una tregua volvía con la incesante llovizna, y unas nuevemil personas se preparaban para el ritual, que por primera vez se celebraría en Villa María.
Después de la imponente intro llena de luces, humo y sonidos, timidamente la guitarra sin distorsión de Andres Ciro Martinez empezó a transitar la primera estrofa de Te diría que en su segunda estrofa desataría el delirio piojoso. Babilonia y Taxi boy aseguraron calor en el pogo que se sostendría durante lo que sería el primer vestigio de ritual, Ay, Ay, Ay con sus manos arriba y su epapayeh…, epapayah…
El transcurso de la noche dio canciones para la conformidad de todos, los piojosos más viejos pudieron sacar chapa de antiguos fans canatado casi aisladamente Los Mocosos, los más nuevos se quedarón sin voz con Motumbo, y aquellos no tan seguidores de la banda saltaron al ritmo de El farolito, entre otras tantas.
Como parte del ritual sin calma no podía faltar el baile murguero de toto… y el negro, aunque no estuviera toto, remplazado por “Dieguito”, el extenso sólo de percusión del Changuito Farias Gómez, el impresionante sólo de teclas de Chucky de Ipola, o el hombre de cuatro manos interpretado por Ciro y Micky durante el típico cuelgo dentro de El farolito. Maradó, con los botines del diez colgados del micrófono y Agua fueron dos de las grandes ausencia de la noche.
Anunciando que el lunes entrarían a estudios para grabar su próximo disco, se lanzaron con Difícil como adelanto del próximo material. Cabe destacar también que la solidaridad se hizo presente, ya que las ventas del merchandacing serían destinadas a los afectados por las inundaciones en la provincia de Santa Fe. Además debido a la cercanía del 2 de abril, Ciro dedicó con su harmónica el Himno Nacional Argentino.
Antes del fin, Morella llenó de pscicoldelia el ambiente poniendo en primera plana las guitarras de Tavo Kupinski y Piti Fernández. Los sonidos rioplatenses y las banderas en alto empezarón a marcar el fin, el Finale sin duda el momento más emotivo del cada vez más inmenso ritual piojoso, puso el sello a una noche llena de fiesta, baile y rocanroll. Antes de despedirse definitivamente de Villa María volvieron para tocar Genius como bonus track de un show increíble.
Trapos de todas las latitudes adornaban el anfiteatro, el cielo que el viernes pareció dar una tregua volvía con la incesante llovizna, y unas nuevemil personas se preparaban para el ritual, que por primera vez se celebraría en Villa María.
Después de la imponente intro llena de luces, humo y sonidos, timidamente la guitarra sin distorsión de Andres Ciro Martinez empezó a transitar la primera estrofa de Te diría que en su segunda estrofa desataría el delirio piojoso. Babilonia y Taxi boy aseguraron calor en el pogo que se sostendría durante lo que sería el primer vestigio de ritual, Ay, Ay, Ay con sus manos arriba y su epapayeh…, epapayah…
El transcurso de la noche dio canciones para la conformidad de todos, los piojosos más viejos pudieron sacar chapa de antiguos fans canatado casi aisladamente Los Mocosos, los más nuevos se quedarón sin voz con Motumbo, y aquellos no tan seguidores de la banda saltaron al ritmo de El farolito, entre otras tantas.
Como parte del ritual sin calma no podía faltar el baile murguero de toto… y el negro, aunque no estuviera toto, remplazado por “Dieguito”, el extenso sólo de percusión del Changuito Farias Gómez, el impresionante sólo de teclas de Chucky de Ipola, o el hombre de cuatro manos interpretado por Ciro y Micky durante el típico cuelgo dentro de El farolito. Maradó, con los botines del diez colgados del micrófono y Agua fueron dos de las grandes ausencia de la noche.
Anunciando que el lunes entrarían a estudios para grabar su próximo disco, se lanzaron con Difícil como adelanto del próximo material. Cabe destacar también que la solidaridad se hizo presente, ya que las ventas del merchandacing serían destinadas a los afectados por las inundaciones en la provincia de Santa Fe. Además debido a la cercanía del 2 de abril, Ciro dedicó con su harmónica el Himno Nacional Argentino.
Antes del fin, Morella llenó de pscicoldelia el ambiente poniendo en primera plana las guitarras de Tavo Kupinski y Piti Fernández. Los sonidos rioplatenses y las banderas en alto empezarón a marcar el fin, el Finale sin duda el momento más emotivo del cada vez más inmenso ritual piojoso, puso el sello a una noche llena de fiesta, baile y rocanroll. Antes de despedirse definitivamente de Villa María volvieron para tocar Genius como bonus track de un show increíble.
Txt. y Fotos: Walter Carrera
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